Para comer... Arucitys

A saber: el pasado mes de febrero de 2012 el consumo de tv mensual en españa alcanzó un nuevo récord, con una media de 4 horas y 27 minutos por persona y día. Curioso ¿no? O cuatro se hinchan, y no me cabe duda, o otros tantos, que la tele la tienen de adorno por barata y por bonita, mienten. O sea que aceptamos cincuenta cincuenta como el que acepta pulpo como animal de compañía. No sé si habréis oído algo pero, tirando de imaginación y ya que hemos venido a jugar, me arriesgaré: yo diría que el aumento del paro puede ser la llave que exlique esta nueva marca. Cierto es que la cantidad de instrumentos y posibilidades para matar el tiempo crecen y se reinventan casi a la par que nuestra dependencia hacia móviles con internet, iphones, ipads, ipods o netbooks; cierto es que la calidad de la programación es más discutible que todas las teorías que para este año vaticinan el apocalipsis, y no es menos cierto que casi el 100% de esas encuestas (made in informativos de antena 3) tipo de que cada español se gasta tanto en Navidad, le tocan tantas mujeres a lo largo de su vida o ha robado un pollo durante la crisis son inútiles, son falacias, y son una mierda, con perdón; pero lo que está claro y a la vista está es que, salvando la gente que no miente cuando dice la verdad, a día de hoy la televisión sigue batiendo récords y nutriéndose precisamente de portales, blogs y demás para promocionarse mejor y generarnos todavía más necesidades.

A la hora de comer, este hecho se pone de manifiesto sobremanera: la tele sigue acompañando la sinfonía de cucharas, tenedores y mandíbulas insaciables. Ya sea solo, en pareja o en familia, ya sea en el descanso de tu jornada laboral o de instituto, o ya sea porque porque estás sin trabajo, pocos comen en silencio sin extrañarse, y muy pocos no se sientan expresamente o la orientan debidamente para verla.

Llegados a este punto, hoy me gustaría hablar de un programa de 8tv que, pese a la feroz competencia de su franja horaria con la ironía eterna de Los Simpson o el desfile incesante de Mujeres y hombres y viceversa, incluyendo de por medio informativos y “Manolos”, este mes de febrero también ha firmado su propio récord de audiencia con un 6,3% de share y 122.000 espectadores de media en Cataluña; y que, como muchos de vosotros habréis deducido, dan, en efecto, a la hora de comer. De hecho casi todos, y no sé entonces para qué carajo le doy emoción, ya habréis adivinado que se trata del magacín conducido por Alfons Arús: Arucitys.


¿Para qué tanta parafernalia? Vaya rollazo de alegato en favor de la tele, pensaréis, lo siento y me hago cargo, pero tenía que ser hoy y lo entenderéis, porque viene a resultar que a los que hacen Arucitys y a los que les gusta el programa y Alfons Arús, nos encanta la tele. Sin tapujos. Sin reservas. Pero con mucha crítica.

En primer lugar, tiremos de antecedentes. Arús es un periodista catalán que tuvo sus inicios en la radio, y que en 1989 comenzó su periplo por los platós de tv con el concurso de La 2 La casa por la ventana, para poco después presentar el popular Vídeos de primera.
Suyo es el inmortal y fabuloso Força Barça y de su cosecha la genial imitación de rodillas de “Nuñito de la Calzada”, a su vez espejo del exitoso Crackòvia de TV3, aunque este último, para mí, sin la mordiente ni la originalidad del primero. Los seguidos y rivales Punto pelota y Futboleros también han de buscar su punto de origen en la mente del visionario marido de Angie, cuando allá por el 1999 se sacó de la manga El rondo, con las mismas dosis de polémica pero con mucho más análisis y contenido que los mencionados. Pero no solo el mundo de la farándula futbolística debe gran parte de lo que es hoy al bueno de Alfons, el mundo del corazón y en concreto el concepto friki no se explicaría sin el micro de Javier Cárdenas, cuñado de Arús y reportero estrella de sus programas, fue el descubridor de personajes tan singulares como Carlos Jesús o Carmen de Mairena.
Hasta un joven Andreu Buenafuente compareció en Al ataque (Antena 3, 1992) cuando todavía no era una de los humoristas de referencia de España y Cataluña.

Ahora, el polifacético periodista dirige y presenta el programa al que él mismo da nombre, desde 2005 cuando la cadena todavía se llamaba City tv y cada mediodía en el dial 8 de mi televisor desde la 13:25 aproximadamente, Arús, flanqueado por su mujer Angie, y las periodistas Laura Fa y Rebeca Rodríguez, nos trae un espacio de calidad que incluye actuaciones, entrevistas, y tres secciones diferenciadas. La de “Successos”, de la mano del especialista Xavier Ricou, narra sin acritud las noticias con las que más tarde se excita Piqueras, nos trae imágenes impactantes de todo el mundo e información útil relacionada con la meteorología o el tráfico. La sección de la “Cortelera” hace lo propio con las nuevas del mundo del corazón, con la colaboración de periodistas y/o paparazzis como Enric Bayón, Santi Meifrén o Marta Altarriba y con protagonismo día sí día también para el “Robin Hood moderno”, Iñaki Urdangarín, o para la filántropa Isabel Pantoja, entre otros. Y por último, la “Teletúlia”, nuestra predilecta. Los críticos David y Óscar Broc, Víctor Amela, Mónica Planas o Joan Spin, junto a Andrés Torres, se suman al elenco principal para valorar, comentar y criticar todo lo acaecido en el panorama televisivo. Audiencias, “frases lapidarias”, el análisis de lo que puede suceder y el resumen de los mejores momentos de las series y programas de mayor tirada nos ayudan con desparpajo e independencia a hacernos una idea de aquello que no pudimos ver, lo que nos perdimos y merece la pena recuperar o lo que sí vimos pero queremos recrearnos... o desquitarnos escuchando una crítica severa.

Hasta aquí la información más o menos objetiva del asunto... y para que no se ponga en duda si Arús me soborna para que hable bien de él – ojalá – me gustaría homenajear a este programa de críticos analizando lo que es, en mi opinión, lo mejor y lo peor de su trabajo.

LO MEJOR
- La independencia de los protagonistas que, al emitirse en una tele privada, no se deben a ningún otro grupo o programa que no sea lo que les dicta su propia opinión.
- La frescura y espontaneidad del programa en si, que no te hace pensar en ningún momento que los contertulios sean presos de un guión establecido.
- Los recursos y la cercanía de Arús, un maestro del humor y un gran comunicador.
- La sección de la “Teletúlia”, en la que en casa nos reímos y nos identificamos especialmente con las intervenciones de David Broc y Víctor Amela, y en la que también cabe destacar las “frases lapidarias”, con un breve resumen de las joyas de la semana.

LO PEOR
- Aun siendo consciente que se trata de una cuestión de oferta y demanda, por mi parte considero excesiva la información procedente de la prensa rosa, puesto que ya en la “Teletúlia” se repasan los mejores momentos del Sálvame o del Ana Rosa de turno.
- Por pedir, preferiría que esta última sección, precisamente, empezara un poco antes, bien acortando la “Cortelera”, o adelantando la emisión del programa media hora, aunque imagino que esto también escapa al control del programa propiamente dicho.
- Por último, y también relacionado con la “Teletúlia”, a veces hecho en falta un poco más de disparidad en las opiniones, claro que los miembros de la sección no tienen culpa y por eso no puedo pedir que digan algo que no piensan para polemizar sin más, pero sí que, tras este inciso, me falta algún elemento en la escena que no se apunte siempre al caballo ganador.

En fin... que para gustos, los colores...

Así que, como diría Porky: “esto es... esto es todo amigos”... para los que ya lo conocéis, espero haber podido ofrecer una radiografía fiable de lo que es el Arucitys, y para los que no, ojalá os haya hecho entrar ni que sea un poquito el gusanillo por descubrirlo y criticar mi entrada. Muchas gracias y hasta la próxima.

PUBLICADO POR FERRAN

¡Ah! Si eres Alfons Arús, ¡¡sobórname!! 
 

La televisión, esa fiel amiga

Cuando nacemos no sabemos que es la televisión. Es sólo esa cosa negra, y ahora plana, que vemos encima del mueble del comedor, que no nos dejan tocar. No podemos poner nuestras manos en ella ni jugar con el mando. Pero eso sí, nos la ponen cuando estamos revoltosos y quieren que no molestemos. Y sin darnos cuenta nos vamos embobando delante de ella, tanto que nos comemos sin rechistar ese puré de verduras que tiene pinta de venenoso y dejamos de perseguir a nuestro hermano pequeño porqué nos ha vuelto a quitar a traición ese peluche que tanto nos gusta. Nos compran sentándonos delante de una pantalla por la que van desfilando abejas que hablan y unos pequeños seres azules que son perseguidos por un gato y un señor con más pinta de vagabundo que de otra cosa. Y es ahí donde empieza todo.
 
Vamos creciendo y cambiamos nuestros gustos televisivos. Cada mañana en el recreo jugamos a fútbol, a voleibol o a lo que sea que esté de moda en ese momento. Queremos ser Oliver o Juana y damos el coñazo a nuestros padres para que nos apunten al deporte en cuestión sólo para parecernos a ellos ¡Suerte que en la mayoría de casos no llegan a hacerlo! Sinó habría una generación entera de niños frustrados.
Nos vamos dando cuenta que nuestros padres, los mismos que hasta ese momento nos plantaban delante de la televisión, nos castigan con ella. Si traemos malas notas o no hacemos caso nos castigan sin ella ¡¡¡Eso no es justo!!! ¡Si han sido ellos los que nos han enganchado!

Llegamos al instituto y vamos dejando de lado lo del fútbol. Ahora queremos vivir en L.A. y que nuestro distrito postal sea el 90210, que se ve que eso da prestigio. No nos conformamos con ver los capítulos, no. Ahora forramos la carpeta, las paredes y cualquier superficie a nuestro alcance con fotos de los protagonistas. Y afirmamos convencidos que cuando tengamos una niña le pondremos Brenda. Por suerte, en la mayoría de casos, recapacitamos.

Y llega la universidad y con ella la frustración. ¿Dónde están los campus y las hermandades? ¿No nos van a hacer pruebas de acceso ni novatadas? ¡Ya nos han vuelto a timar!
Pasamos de la costa oeste a la este. Ahora queremos vivir en N.Y. y bajarnos a la misma cafetería cada tarde con nuestros cinco amigos.













Acabamos la carrera o la dejamos, que para el caso en los tiempos que corren, viene sirviéndote de lo mismo, y llegamos al mundo laboral. Abogado, médico, periodista, pintor... profesiones con renombre que hemos soñado nos sacarían de pobres y gracias a las cuales encontraríamos al amor de nuestras vidas, ganaríamos un sueldazo y tendríamos una casa enorme con jardín y piscina. Ni que decirse tiene que acabamos viviendo con nuestros padres hasta los 40 o que nos vamos a un piso de 40m2 sin ascensor en un barrio cuyo distrito postal no suena tan fashion como el que nos obsesionaba en el instituto. A estas alturas ya tenemos claro que hay cosas que sólo pasan en las series americanas.

Trabajamos en una oficina donde nos explotan, y nuestras compañeras no son tus amigas del alma, sino arpías sin escrúpulos que van lanzando bulos a tus espaldas.
Conoces a tu novio en un Mcdonald's, os vais de alquiler y os trae de cabeza que misterio se esconde tras el vuelo 815 de Oceanic.

Eres mamá y empiezas a ver a la Supernanny y descubres que no puedes comprar al niño con la tele, que hay que hacer tablas y horarios para todo ¡Con lo fácil que lo tuvieron tus padres! Suerte que en Cuatro tienes toda la ayuda que necesitas. Sus programas van creciendo con tus hijos y puedes recurrir a ellos si se descarilla mucho.

Te quedas en paro y tienes todas las horas del mundo para ver la tele. Te acabas enganchando a la Ana Rosa, al Sálvame y sabiéndote de pe a pa la vida y milagros, y hasta el árbol genealógico si me apuras, del famosillo de turno.
Te pasas las hora muertas viendo concursos, realitys de madres que buscan esposas para sus hijos o series de zombies pero siempre, siempre recurres a ella.
Lo llevas haciendo toda la vida: cuando en el cole se han metido contigo o tu amiga del alma ha decidido no hablarte, cuando te deja tu novio, cuando has tenido un día de perros o cuando te haces mayor y te quedas sola porque tus hijos se independizan, ella siempre está ahí dispuesta a sacarte una sonrisa y a hacerte olvidar la realidad que te rodea para sumergirte en otra paralela en la que tus problemas se diluyen momentáneamente, mientras te involucras en otros mucho más glamurosos. No olvidemos que casi siempre nos pillan al otro lado del océano.

PUBLICADO POR MÒNICA

Anem a buscar...

 TAL DÍA COMO HOY

Sonido reconocible, desagradable. Suena el despertador. Bueno no, lo obviamos. Tu madre se acerca y, lentamente, te da un cariñoso beso en la frente. Todavía apagado o sin cobertura eres capaz de sollozar eso de “jo mama no quiero ir al cole”. Sonido reconocible, ineficaz. Te levantas, pasas por el baño, hace frío, tienes hambre, tu hermano te ayuda a vestirte y a peinarte. Sonido reconocible, anhelado, en catalán...”anem a buscar, la bola del drac...” que grande, comienza a sonar la melodía de tu serie favorita...y ahora ya puede empezar un nuevo día. Hoy Goku se reencuentra con su abuelo, Son Gohan, antes de que Baba le indique dónde se encuentra la bola que le falta para poder resucitar al padre de Upa. Ay si pudiéramos reunir las 7 para convocar al Drac Sheron y pedir un deseo. En fin, se hace tarde y si te encantas perderás el autobús. Tu madre, tu padre y tu perra se despiden con un beso y tu hermano y tú os váis cogidos de la mano. Queda todo un día por delante para jugar a fútbol, pedir deseos, ilusionarse, intercambiar fotocopias de tus héroes y estudiar, supongo. Todo eso hasta las 18:00, esta tarde en el club super 3 dan un nuevo capítulo “y no me lo perdería por nada del mundo”...


ACTUALIDAD

Sonido reconocible, desagradable, el despertador. Tu novia te da un beso y un te quiero antes de irse a trabajar. Moribundo le haces saber que estás con ella. “Que vaya bien el día”, hoy toca ir a pagar la luz, el alquiler y a comprar un par de cosas. Sonido reconocible, ineficaz: ”que caro está todo”, ¡Dichosa crisis! Todavía queda tiempo de ir a echar algún currículum o de mirar por internet en cuantas ofertas no cumples el perfil. Sonido reconocible, anhelado...”menos mal que te tengo a ti”.
“Si pudiéramos reunir las 7 bolas para convocar al “drac” y pedir un deseo pediría una “capsule corp” contigo dentro”...
Bien, una vez reconciliado con tu realidad, esta frase te hace recordar de paso que esta noche vuelven a dar tu serie favorita en la tele. Después de 10 años fuera de antena la televisión de cataluña ha decidido recuperarla ¡benditos sean!, la dan cada noche a las 21:30 en un canal raro, 3XL o algo así, dos capítulos: ¡como se echaba de menos!
Al fin, tras una dura jornada llega la hora de cenar... o te das vida o ya te ves cantando...”anem, anem, anem, anem, anem...” ¡ahí está!...esa melodía inolvidable...es el despertador que cada día te recuerda el niño que vive dentro de ti. ¡Que grande, que recuerdos! Ojalá este pequeño nunca pierda las ganas de jugar, de ilusionarse, de intercambiar... impresiones, de pedir deseos ni de lo que toque, estudiar, trabajar...ni sobretodo, de luchar. Hoy Goku y Krilin empiezan el entrenamiento con el Follet Tortuga. Si lo piensas, junto a Bulma este maestro ha iniciado a unos cuantos en el mundo de la sexualidad - la primera emisión en España la hizo TV3 el 15 de febrero de 1990, seis años después de su estreno en japón – que imaginación este Akira Toriyama, animales con forma humana y con el poder de transformarse, una chica a la que le cambia el carácter y el color de pelo cuando estornuda, ¿por qué será? ¿y el Señor Satan? ¡que crack!, como Vegeta, y ¿Pilaf?, “mi favorito era Cor Petit”...y Goku claro, y es que, aunque en su día la quisieran censurar por violenta, Kakarott ha transmitido a varias generaciones de todo el mundo el valor del bien y la justicia, el sentido de la amistad, y la necesidad de luchar uno mismo por defender lo que cree y por sus seres queridos.
En fin, se hace tarde... final del segundo capítulo, ¿ya está? 




Mi niña y yo embobados delante de la tele, acurrucados, a ver ahora lo que dan, y si no echan nada (nunca sé qué se dice... ¿dar o echar?) a dormir prontito...
Tal vez por la noche, en sueños, nos encontremos recordando nuestras series favoritas, esas que nos han marcado hasta el punto que de alguna manera nos definen, y de las que su BSO todavía hoy nos pone los pelos de punta y nos traslada a ese momento de la niñez por el que volvemos a sentirnos inocentes, soñadores, puros y cándidos como el niño que fuimos y que llevamos dentro, y el que desde aquí recomiendo nunca dejemos de mimar.

Oliver y Benji, Rafael, Musculator, Ranma, Mazinger Z, Fly, Sushi el petit Chef, Los caballeros del Zodiaco, Cosas de casa, El Príncipe de Bel-air, Salvados por la campana, Dartacan, Marco, David el Gnomo, La abeja Maya, Las tortugas ninja, Sensación de vivir, o Los Masters del Universo, son algunas de las series que se vienen ahora a mi mala cabeza, pero mi favorita, siempre mejor en catalán, y eternamente: Bola de Drac... ¿y la tuya?

PUBLICADO POR FERRAN

GH o ese programa que nadie ve

Viernes, 8 de la mañana. Una oficina cualquiera…
Entras con los ojos rojos por el sueño y con unas ojeras que hace daño verlas, deseoso de comentar la gala de Gran Hermano 12+1.
Tras los buenos días de rigor y el consabido “por fin viernes”, diriges la conversación hacia el tema en cuestión.

“-¿Viste ayer la gala de GH?”

Notas como se giran hacia ti con hostilidad, como si acabaras de anunciar que tú votaste a Rajoy en las pasadas elecciones.

“-¿De verdad ves eso? Yo nunca lo veo, me parece de lo peorcito que hay ahora mismo en la tv…”Donde se ponga un buen documental de La 2…”

El desprecio que llevan implícitas esas palabras se te clava en el pecho.

“-Bueno, sí, ayer, haciendo zapping, vi un trozo… Hay que ver que gentuza”, mientes descaradamente mientras vas tragando bilis y vergüenza a partes iguales intentando justificar tamaña ofensa.

Pasan diez minutos de silencio incómodo hasta que tu compañero, como por casualidad, te suelta:

“-¿Qué pasó al final con Aris, el chico ese que pagó por entrar? ¿El que acusó a Pepe, el bailaor, de maltratador por darle una patada a Torso, ese cachorro tan mono?

Te quedas aturdido unos instantes. ¡Si ha dicho que no lo veía! En este momento lo entiendes todo, estás ante uno de esos miles de personas que niega ver Gran Hermano pero que se saben al dedillo, incluso mejor que tú, la vida y milagros de todos los habitantes de la casa. Sonríes con condescendencia y te haces el tonto dejando que siga creyendo que no le has descubierto.

Ese mismo día, 14 del mediodía. Un bar cualquiera… entra tu compañero a hacer el aperitivo.
Se sienta en la barra, pide una cerveza y coge el Marca distraídamente.

"-Hay que ver como se pasó anoche Roncero ¡Cuanto fanatismo!”

El camarero se gira cuchillo en mano.

"-Escucha éste! Si ve Punto Pelota, lo que hay que oír. Así va el país.”

Tu compañero agacha la cabeza, maldiciendo por dentro. Joder, piensa, tendría que haberle dicho lo mal que se está portando Hugo con Julia, con lo enamorados que se les veía en el vídeo de presentación.

¿Por qué nos da vergüenza reconocer que vemos ciertos programas? ¿Pensamos que se nos va a juzgar por ello? ¿Juzgamos a los demás en base al canal que más ven? Te da más prestigio ver un documental de osos polares que Hermano Mayor?
A pesar de todas las críticas que recibe y de que “nadie” ve sus programas, Telecinco continúa siendo líder de audiencia y sus programas estrella son copiados, con más pena que gloria, por sus mismos detractores.

PUBLICADO POR MÒNICA

La Caverna

Caverna (del latín): dícese de la concavidad profunda, subterránea o entre rocas.

Día 3 de Abril de 2010. ¿Os suena? A priori no nos dice nada, ¿verdad? Pero,¿si os digo que ese fue el día en que la tele convencional pasó a mejor vida?
Así es, tal día del cuarto mes de hace dos años dejó de existir la televisión analógica para dar paso de una vez por todas a la tdt no sin polémica, y desde ese día el deporte de hacer zapping se ha dilatado al tiempo que los canales se han ido reproduciendo hasta perder la cuenta.

Aprovechando este fenómeno, los canales musicales, teletiendas y adivinos y adivinas agoreras se han ido haciendo un hueco en la parrilla casi sin hacer más ruido que el que los videoclips de Carlos Baute puedan perpetrar, pero es otro tipo de estruendo del que me gustaría hablaros hoy. Y es que, desde ese día 3 de abril han ido emergiendo como savia nueva una serie de programas, cuyo nombre no me quiero recordar, y a su vez un elenco de personajes arcaicos que llevaban años agazapados evocando la frase de Jorge Manrique de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Solo que , cuando hablamos de “cualquier”, todos sabemos bien que época es exactamente la que anhelan, claro está.

Así pues, Miguel Ángel Rodríguez, Mario Conde, Alfonso Rojo o Carlos Cuesta son solo algunos ejemplos de aquellos vecinos de la calle melancolía que antes solo escuchábamos, y que ahora por si fuera poco tenemos que ver cada noche, ni que sea de pasada, gozando de barra libre en sus respectivos canales. Zp, la crisis, el Papa, el paro, el asesinato de Kennedy o la muerte de Chanquete son sola la excusa para repartir estopa arremetiendo indiscriminadamente contra quien se ponga por delante al viejo grito de guerra de “arriba España”.

Sólo queda decir que no os engañen si os los encontráis por ahí, que no es una broma, son así de verdad, dejad de mirar deprisa vaya a ser que su verborrea os confunda como la noche a Dinio, y sobretodo no los intentéis desencadenar... porque no querrán salir de la caverna no, y sinó que se lo pregunten a Sócrates.


PUBLICADO POR FERRAN

Ayertvi

A todos y a todas, sean muy bienvenidos a este nuevo blog que nace hoy sobre el mundo de la televisión.

Bueno... uno más - muy original - dirán algunos, tal vez lo mismo que pensarían a los que ya les iba bien con dos canales, allá en 1990, y ahora que los índices de natalidad del sector crecen con una fertilidad que ya quisieran sus propias cuotas de audiencia. Y entonces: ¿por qué?, como diría un portugués, ¿eh? por qué otro triste panfleto sobre la caja tonta...”si cada día es peor”, “si no dan nada”, “si dan ganas de apagarla” o, sin más, de “tirarla por la ventana”...pues precisamente por eso, porque pese a todo ahí está, erigida en epicentro del salón, alimentando los inagotables contadores de las compañías de la luz, poniendo la banda sonora a nuestras cenas o reuniones familiares y haciendo compañía otrora a muchas amas de casa, y hoy día también a tantas y tantas víctimas de esta interminable crisis.

La televisión es muy educativa, cada vez que alguien la enciende me retiro a otra habitación y leo un libro”... y así es, gran frase del gran Groucho Marx y a simple vista una gran verdad que parece que cobra más sentido cada día, a cada exabrupto de la “la princesa del pueblo”, en cada encuesta de el gato al agua o a cada edición de mujeres ricas...y sin embargo, ahí está...otra vez y con más poder que nunca... erigida en epicentro de redes sociales, alimentando debates de sobremesa y poniendo la banda sonora a tantas y tantas horas de nuestras vidas.

Es por todo esto, por tanto tiempo invertido, que desde aquí nos declaramos fans de esta caja tonta y cada vez más plana con todo lo que ello conlleva. Si educa, o si debería hacerlo, es otro tema mucho más complejo, pero sin duda, y a la vista está, entretiene, y con ello reivindicamos que entre todos y todas (por cierto bienvenidos de nuevo si todavía aguantáis) podemos hacer una tele mejor, simplemente cambiando de canal, que calidad aunque poca o mucha la hay...y, humildemente, desde ayertvi nos gustaría poner nuestro granito de arena y nuestro particular punto de vista en todo aquello que pueda resultar de interés, tanto para ver...como para no ver...